martes, 24 de marzo de 2020

Andrés


Hace algunos meses, se detectó en China una enfermedad causada por un nuevo virus. Inmediatamente, se cerraron todos los locales públicos y se inició una temporada de miedo, contagio y muertes. Era el nuevo “Coronavirus”.
El Coronavirus, llamado “COVID-19” se expandió por todo el mundo. En el día de hoy ya está en nuestro país. Pero todavía no ha llegado a Dos Torres. En España, al igual que en China, Italia, y otros países, se han cerrado todos los lugares posibles para así vencer al Coronavirus. 
Estos días de cuarentena e incertidumbre, estamos todos metidos en casa esperando nuevas informaciones. Los profesores y profesoras del instituto nos envían a los alumnos actividades para hacer estos días a través de varias plataformas informáticas, como Moodle, Google Classroom o correo electrónico.
Mi rutina en estos días es sencilla: me despierto y me quedo mucho tiempo en la cama, pensando qué voy a hacer durante el día, organizando y planificando mi tiempo. A las 9h me levanto de la cama y desayuno unos 15 minutos. Después me visto y hago la cama. A las 9h 45m compruebo las actividades que me han mandado para ese día, y a las 10h empiezo hacerlas. A las 11h 30m me tomo un descanso. Me pongo junto a mi hermano a hacer un puzle y a las 12h sigo haciendo deberes. A las 14h como. Por la tarde todo el rato de deberes y a las 20h me ducho, ceno, y a las 10h 30m me acuesto. 
Ahora mismo tengo al virus delante mío. Estoy a punto de decirle algo. Eres un mal bicho. Ojalá dejes de infectar gente. Vete por donde has venido. Crees que eres el rey del mundo. Te estás apoderando de todos. Nosotros también estamos asustados. Pero yo estoy venciéndote. Todo el mundo te está venciendo. Ya no eres el de antes. Dentro de poco ya no existirás. Estamos tomando precauciones. Te estamos venciendo entre todos. Nos estamos quedando en casa. No nos juntamos muchas personas. Así no contagias a nadie. Eres una pena. Para terminar, quiero decirte, que todo este tiempo lo has desperdiciado. No te ha servido de nada. Lo has malgastado. Así vivo venciéndote.


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