miércoles, 25 de marzo de 2020

Lucía L. M.


           Me levanto ni muy tarde ni muy temprano a las nueve o nueve y media. Cuando me levanto miro el móvil y desayuno mirando la tele. Después me pongo a hacer las tareas y suelo acabar sobre las dos sino he acabado de hacer las tareas, primero como y después por la siesta las hago, si no tengo nada que hacer hago videollamada con mis amigas, nos podemos tirar así como dos horas o más.
          Como no me he quedado en mi casa en el pueblo y estoy en el campo, puedo salir afuera. Mi padre me ha puesto una barra entre dos encinas y unas anillas (para poner las anillas mi padre tuvo que subirse a una encina, estaba muy alta y nos dio más miedo a Cristina, a mi madre y a mí que a mi padre) para que yo y mi hermana podamos entrenar para el atletismo. A las seis me salgo afuera y empiezo a entrenar. Cada día me toca una cosa según lo que me haya dicho mi entrenador.
        Luego, si he acabado muy pronto hago otra video llamada con mis abuelos, y después me ducho. Cuando llega mi padre de trabajar se ducha, cenamos y vemos una peli. Luego mi padre se acuesta y mi madre, Cristina y yo nos quedamos viendo una serie que nos encanta. Y así todos los días. 
       Coronavirus, me siento muy bien consiguiendo vencerte. No lo estoy pasando mal porque no tengo que estar encerrada en mi casa. Lo único que por tu culpa está muriendo mucha gente. Deja ya de hacer daño y esperemos que ya mismo saquen la vacuna para que no puedas hacernos daño. 
             

             

     


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