Laura

          Hola yo soy Laura y hoy os voy a contar la vida  que llevo por el coronavirus. No llevo muy mal el estar en casa porque me gusta estar en casa aunque hay veces que me gusta salir con mis amigos…pero eso es lo menos que importa ahora ya que me puedo contagiar saliendo a la calle.
         Yo ocupo mi tiempo casi todos los días haciendo tareas, algunas veces saliendo a la terraza para jugar con mi perro y otras veces me voy arriba de mi casa a hacer ejercicio.
Ahora os voy a contar un poco mi día a día en mi casa; primero me levanto, me hago mi desayuno y me lo como. Luego hago mi cama; después de hacerla hago las tareas, hasta que llega mi padre y nos ponemos a comer. Después me pongo a hacer las tareas para dejarlas hechas a lo largo del día. Me pongo con el móvil o me pongo a hacer ejercicio hasta que llega mi padre y nos ponemos a cenar. Después de cenar me quedo en mi cama con el móvil hasta que me duermo.
       Pero una mañana me levanto y escucho el timbre, pregunté quién es y me contestó:
-¡Soy el coronavirus!
Yo toda asustada cogí mi desinfectante de manos y me lo eché por todo el cuerpo por si acaso y también cogí alcohol que tenía el espray.
-¡Voy armada!-le dije
-Tranquila, solo vengo a hablar-respondió el coronavirus.
A partir de ahí me empezó a hablar y a hacer preguntas pero yo ni le contesté hasta que le oí decir… ¿Y tú cómo te sientes?
-Que como me siento!? Me siento mal por no poder salir a las calle por tu culpa, no poder ir con mis amigos y con mi madre a dar un paseo…
      Él se empezó a reír pero yo le corté la risa rápidamente y le dije:
No sabes el daño que estás haciendo al mundo, por tu culpa se están muriendo y enfermando un montón de personas, y tu aquí cachondeándote de la gente, ¿Cómo te sentirías si tu familia empezara a morir? ¿No te da cargo de conciencia?
      Él de repente empezó a llorar y dijo: -Tienes razón, soy malo; ya no haré más daño a la gente. Mañana ya no tendréis ningún problema, me marcho para siempre.