miércoles, 25 de marzo de 2020

Francisco R. A.

         Me levanto, lo primero que hago es lavarme la cara y vestirme. Una vez fuera de la habitación voy  a desayunar. Después de desayunar hago la cama. Una vez hecho todo eso, me pongo a hacer las tareas hasta mediodía. Antes de comer me lavo las manos. Cuándo termino de comer, descanso tres horas. Después meriendo y sigo con las tareas hasta las siete y media. Después  de eso, me pongo a jugar con los amigos al móvil.
Cuando llega la hora de cenar, me lavo otra vez las manos y me pongo a cenar. Después de cenar, me pongo a ver una película. A las doce u once y media me voy a la cama hasta el  siguiente día, que vuelvo a hacer lo mismo.
Le diría si lo tuviera delante, que voy a vencerlo sin miedo, con mucha paciencia y precaución.
Jamás me rendiré y lo venceré.
En mi día a día de confinamiento en casa con mi familia, hago todo lo necesario para que tú no entres en nuestras vidas.
No te voy a permitir que seas más fuerte que yo.
¡Voy a conseguir vencerte!, cuando salga de toda esta pesadilla, seré yo quien te diga que se acabó, jamás serás más fuerte que yo.
Cuando vuelva a salir a la calle y hacer vida normal como antes de que tú aparecieras, te diré que nunca un virus tan malo podrá terminar con mi libertad y la de mi familia.
Sé que es duro el no poder salir en este tiempo primaveral que veo desde mi ventana, pero la responsabilidad, solidaridad y sentido común ante la situación que tenemos debe dejar aparcadas mis ganas de disfrutar de un tiempo maravilloso.
      Cuando tú no estés y el Sol vuelva a brillar, viviremos intensamente momentos que sin lugar a dudas serán muy distintos a cualquier otro vivido.

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